viernes, 17 de febrero de 2012

El Final De Su Historia...

Amanda era una chica muy hermosa, con los ojos grandes color miel, de pelo oscuro y silueta perfecta. Era muy observadora y su mente, en ocasiones malvada y perversa, le daba mil vueltas a un simple punto.
Su relación con los demás era muy extraña, se movía sola por el mundo sin importarle. No conocía a nadie, pero con una mirada era consciente de sus pensamientos, por el simple hecho de la rapidez con la que veía cada detalle de su rostro.
Todo en su mundo era, de una manera diferente, perfecto. Amanda era feliz en él y  rogaba la tardanza en su desaparición, pues sabia que desaparecería tarde o temprano.
No le importaba encontrarse sola, de hecho la soledad se hizo su mejor amiga.
Hacía ya tiempo que un chico llamaba su atención de diferente manera, pues sus actos hacían imposibles de revelas sus pensamientos, si mirada hacia oscurecer todas las que la rodeaban y la llenaba de una extraña felicidad que no comprendía. Miguel Ángel, siendo solo un niño, robó a la personita malévola y perfeccionista que había dentro de Amanda, hasta el punto en el que ella olvido su antigua vida y su mundo perfecto fue decreciendo hasta su total desaparición. Miguel Ángel  la acariciaba con una dulzura inmensa y con un amor que, no hay espacio ni tiempo para describirlo, pero no solo se lo daba a Amanda, no era ella la única que lo poseía.
Pasó de ser la chica fría y calculadora que posee al chico que desea, a ser sumisa de aquel personaje amante de la mala vida.
Amanda cogió malos hábitos, enseñados por él en sitios inimaginables. Poco a poco fue temida en todos lados, pensó que era respetada, pero era mas bien desprecio lo que representaban sus caras. Pero su mundo se había  desvanecido y era dueña de otro, peligroso y atestado de locuras.
Perdió la capacidad de leer los pensamientos por medio de la observación y aprendió a sobrevivir como él; se le olvido la soledad por completo.
Amanda entró en un circulo de acontecimientos difíciles de romper o cambiar. Y el circulo no tiene salida, no tiene lados, no tiene esquinas donde refugiarse, no tiene ni tenia, ni tendrá. Un circulo será siempre un circulo.
Conforme fue pasando el tiempo, Amanda se dio cuenta de su error con la ayuda de otra persona, un chico tan guapo como ella, que quitaba el sueño y la respiración de toda persona que se percatara de su presencia.
No sentían nada el uno por el otro, pero se consolaban y animaban en los momentos difíciles de afrontar. El uno era, respecto al otro, la buena cara del mal tiempo.
Pero ya era tarde, Amanda, por mucho que lo intentara no lograba volver a crear su perfeccionismo, no recordaba la soledad y le dolía mucho mas. Ya no lograba volver a ese mundo maravilloso de donde había salido antes de por la calidez de las manos, el cuerpo, la mirada de Miguel Ángel. De donde había salido por dos palabras, ahora impronunciables. Solo dos palabras que lo pueden significar todo o nada, y por mucho que le duele recordarlas, están ahí y hasta que el tiempo las borre como lo borra todo, las recordara entornadas por su voz celestial, como las de un ángel, que posa sus labios en tu oído y susurra: "Te Quiero".
Amanda intentando volver a su mundo, intento inventar un final para su historia y así poder seguir observando, pensando y sintiéndose tan sola como añora. Para poder así seguir siendo feliz de una manera tan extraña que no se puede empatizar con ella.
La hermosa Amanda, sin creerse del todo su belleza afirmada por el chico de ojos azules que la resucito, escribió su historia esperando un final. El final de Miguel Ángel, o su propio final, y la pobre chica morirá, sin saber de verdad como era el mundo de su amado Miguel Ángel. Porque aunque lo seguía y dirigía en tantas ocasiones, no lograba comprender el porque de ese mundo tan destructivo y hecho para errar, se empeñaba en seguir en pie y no desvanecerse en un intento por ser recordado de otra manera, siendo admirado tanto como su melancólico pasado.
Solo espero, y deseo, que Amanda sea capaz de escribir su propio final, el final de su historia.

lunes, 13 de febrero de 2012

Quiero verte llorar, así que sonreiré hasta que lo hagas...

Una simple frase de la que te das cuenta y te marca mientras el resto del mundo simplemente la deja pasar, un regalo que puede significarlo todo y ¿que pienso? Nada... simple desconfianza que aterra en algunos momentos. Melancolía al querer vivir todo aquello que pasa... y se esfuma como el tiempo, añoranza por esos instantes en los que estábamos juntos, un beso de despedida y un frió adiós. Una lagrima que cae sin poder evitarlo, el recuerdo de sus ojos clavados en mi mente y ¿para que? para después de tanto tiempo no sentir nada cuando te miro a la cara, para que tanto rencor y desprecio solo me parezca patético y tristemente no me duela. Como me gustaría poder volver a ver desde tan cerca esos ojos azul marino y sentir todo aquello que sentía, como me gustaría recordar solo los buenos momentos para quererte tanto como un día prometí, pero ya no puedo, cada desprecio me pesa tanto que solo puedo llorar por la impotencia de haberte perdido hace tanto tiempo y darme cuenta ahora.
Pero hay una cosa aun mas triste en todo esto, que no pueda hacerlo, que el llorar para mi sea imposible mientras cada herida cicatriza de la peor forma posible.
Pero es que paso por la calle andando, sin pensar en nada... y cada rincón, cada fachada, cada coche me recuerda a un beso de tus labios. Cada parque, cada casa me recuerda una noche oscura de lujuria y ternura mezcladas, cada recuerdo me quema por dentro deseando olvidar, pero hay tantos. Cada estrella una discusión, cada paso una pelea, cada palabra una sensación vivida inconscientemente tras aquellas sabanas de miel tan dulces como me resultaban tus besos.
Que triste no sentir lo mismo, que triste olvidar poco a poco...
...Que triste no poder llorar.

lunes, 6 de febrero de 2012

¿Por qué...

¿Por qué te empeñas en quitarme lo único que tengo? ¿Por qué te introduces en mi mundo de fantasía y melancolía por historias pasadas? ¿Por qué me arrebatas el poder de decidir quien protagoniza los cuadros de antiguos palacios? ¿Y el poder de experimentar los mejores placeres y sufrir las torturas mas inesperadas y excitantes? ¿Por qué no tienes la capacidad y las limitaciones de no arruinarme lo poquito que tengo? ¿ Por qué no puede mantenerte al margen en lo único que se me da bien, en lo único que se puede decir que soy buena? ¿Por qué te empeñas en derribar mi muralla contra guerras o cruzadas? ¿Por qué no me dejas espacio? ¿Por qué aprietas mi cuello hasta hacerme perder la conciencia para luego soltar de repente, y hacerme creer que sobreviviré para volver a apretar? ¿Por qué te empeñas en escurrir como atún de mis palillos esperando el sushi ansiado que poco después sera devorado como mi alma? ¿Por qué no te das cuenta del daño que me haces? Pero...¿realmente me entristece? No, porque veo en ti una competidora, una rival.
La sensación de superación que siento es mas grande...mas hermosa.

sábado, 4 de febrero de 2012

Mis memorias sobre papel mojado.

Por primera vez en mi vida, no se que escribir. Estoy pensando que poner y estoy completamente en blanco, porque hay tantas cosas que quiero poner que no se por donde empezar.
Conjuntos de letras que forman palabras, palabras agrupadas que forman frases, frases que para mi significan mucho y que para ti pueden no significar nada, pero que son mi vida, porque cada texto es un pedacito de mi representado en una caligrafía trazada por una mano temblorosa que no sabe de donde llegan las ideas. Mi mente se queda paralizada mientras mi corazón me pide que escriba, y eso hago, empiezo sin saber que poner, pero poco a poco el papel deja de estar vació y se convierte en una historia sin sentido, en paranoias de una persona rechazada por el reto del mundo. Todo esto es solo el reflejo de un alma en pena que lucha por sobrevivir entre tanta locura. Aunque supongo que todos estamos un poco locos a nuestra manera, solo que yo lo he aceptado, la locura no es mala en pequeñas dosis. Es como una droga, y esa droga a mi me hace escribir hasta las saciedad, hasta morir de agonía.
Normalmente no hay tachones en mis hojas, no cambio palabras, todo es tal y como sale de dentro de mi persona. Pero ¿qué más da todo eso? No importa los tachones, no es el valor del vocabulario ni la calidad de la pluma o del papel. Importa el significado de lo que quieras contar, y yo en esta página no quiero contar nada, y si no quiero contar nada ¿por qué escribirlo? Es simplemente porque la vida está llena de dramas y melancolías, de historias que deben ser contadas. Yo os las cuento. Hay miles de relatos que quiero que vean las luz, para que el mundo conozco  mis miedos, mis alegrías, mis tristezas, mis recuerdos de antaño... Mis memorias sobre papel mojado.